Castillo construido por Esteban Pacheco, siglo XIV es una de las múltiples construcciones defensivas con motivo de la cercanía de la frontera con Portugal. Finalmente acabó en manos del marqués de Cerralbo.
En 1164 el castillo fue incendiado y abandonado siendo la causa de su pésimo estado de conservación.
Actualmente en estado de ruinas. El pequeño municipio, tiene unos 200 habitantes ha efectuando un desembolso de 24000 € para la compra de esta propiedad en la que espera llevar a cabo un proyecto para un museo con el apoyo de las instituciones provinciales y regionales.
El Castillo ocupa un espacio en el que seguramente pueda encontrarse vestigios prehistóricos vinculados con antiguos pobladores celtiberos.
Historia/ Descripción: Parece ser que fue construido en el siglo XIV por
Esteban Pacheco, I señor de Cerralbo, personaje relevante de Ciudad Rodrigo, para
defender estas tierras de los portugueses. Carlos V nombró a uno de sus descendientes,
Rodrigo Pacheco, marqués de Cerralbo, en el castillo se hermanaron el buen gusto
Arquitectónico y las características defensivas. No debió ser morada habitual de los
Marqueses de Cerralbo, ya que su residencia estuvo en Ciudad Rodrigo por razón de los
cargos que ocuparon, en estrecha pugna con los López Chavez. A mediados del siglo XVII, aún estaba en activo porque documentalmente consta que, cuando la guerra de
separación de Portugal, jugo un notable papel en la defensa del campo del Camaces y
del Abadengo, hostigado continuamente por las tropas portuguesas de Xaque de Magalhaes, que al no poder conquistar la fortaleza, la incendiaron en1664 y se retiraron.
La terminación de esta guerra y la marcha de los marqueses a Madrid y Salamanca
Inició la ruina y abandono de esta fortaleza. La torre del Homenaje aún se mantenía
En pie en el último tercio del siglo XIX {1865} Era muy alta, de planta cuadrada, con
Ventana grande y encima de ella un escudo igual al de la iglesia de los franciscanos, pero fue derribada para construir la pared del corralón de un convento hoy ruinoso.
El recinto del castillo es cuadrado, con grandes cubos redondos de cal y canto recubiertos de buena sillería y con saetearás. El cubo mejor conservado es el llamado
Torreón de la Hiedra. Aún puede verse el lugar donde se encontraba la puerta principal
del recinto que estaba flanqueada por dos cubos.
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